Lecturas del día

¿Qué es la libertad?

La exhortación de Jesús hoy es clara y liberadora "si se mantienen fieles a mi Palabra, serán verdaderos discípulos míos, conocerán la verdad y la verdad los hará libres".
La Palabra de Dios es referencia, guía, alimento para la estabilidad del discípulo. La palabra nos conduce a la verdad de Dios, a vislumbrar la plenitud del ser hijo y hermano para ser libres en Dios.
La libertad es una relación basada en el amor a Dios para buscar la voluntad del Padre. La libertad no es para hacer lo que nosotros queramos sino para soltar las trabas de nuestro corazón y dejarlo libre para amar y perdonar.

Una de las tentaciones que tenemos es creer que el mal ha triunfado y que nadie quiere hacer el bien. Esto mismo también le pasa al salmista, por eso, su inquietud. Hoy quisiera invitarte a confiar de nuevo, a tener esperanza, a creer que sigue habiendo gente buena que quiere vivir desde el amor y la solidaridad.

Lamentablemente, las noticias malas son las que tienen eco. Pero, hay bondad todavía, entiendo que uno no puede solucionar los problemas del mundo, pero sí se puede hacer el bien en nuestro entorno. Venezuela, no es el momento de desfallecer, no es bueno creer que todo está perdido. Es el momento de juntarnos con quienes todavía tienen esperanza, y tratar de hacer el bien para generar una dinámica que llene de esperanza el mundo y lo transforme en algo más amable para nuestros hijos. No se puede dar el brazo a torcer ni llenarnos de pesimismo.
El enemigo quiere que vivamos en el pesimismo y en la negatividad. No les demos el agrado.
Abramos nuestro corazón al Padre celestial; pidamosle a Dios que nos bendiga y trabajemos duro para construir una sociedad mejor. Esta actitud y estas acciones hacen que las personas vuelvan a creer: que tú y yo seamos capaces de creer y vivir desde los valores del Reino. No es nuestro rezo lo que hace que ellos crean, es nuestra dedicación y compromiso en hacer la voluntad de Dios lo que logra contagiar a tantos que se acercan, por supuesto, apoyados en nuestra oración, esto es, orando y viviendo

Esta es la manera de realizar nuestro discipulado como hijos de Dios y hermanos del mundo.

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